S/T

Que no me falte tu ventana
por más lejana que está la luna,
que se calle tu silencio
por más sordo que parezca el duelo,
y si tengo que enfermarme
que no supongas la causa,
y si tengo que escaparme
no termines con la calma.

Que no camines descalza
porque así me conquistaste,
y si estás entusiasmada...
que tan sólo puedas.
Que no te nombren las ansias
cuando gotean mis ojos,
que no te moleste el sueño
de sentirte entre mi abrazo,
que te conmuevan mis manos
cuando veas que te espero
con una rosa en la puerta
del temprano desvelo.

Que tu ventana no cierre
si aún la luz la veo,
que tu respiro no cese
si aún me tienes en recuerdo.
Que mi nombre te aparezca
cuando al amanecer despiertes
y que de alguna manera
me permitas retenerte.

Poema: S/T
Matías Palavecino. Noviembre 2008.